El ciclamen es una de las flores más bonitas del otoño invierno. Además de llenar tu casa de vida y color, también te regalará un agradable aroma. Hoy te enseñamos cómo cuidar esta planta bulbosa que adora los inviernos frescos y que puedes tener tanto dentro como fuera de casa.
El ciclamen es una planta originaria de los bosques mediterráneos que crece a la sombra de los árboles durante el invierno. Sus hojas tienen forma de corazón con manchas grisáceas que forman diferentes dibujos y sus vistosas flores son muy aromáticas y presentan colores intensos.
Esta pequeña planta tiene un aspecto delicado pero no te dejes engañar: en realidad es muy resistente. Puede vivir en el interior (alejada de las fuentes de calor) y en el exterior si se protege de las lluvias y de las heladas.
Con las condiciones óptimas, esta planta no dejará de regalarte sus coloridas flores durante todo el otoño y el invierno. En verano, con los primeros calores, se marchitan las hojas de los ciclámenes y el bulbo queda latente en el suelo hasta el otoño siguiente. Puede vivir de cuatro a cinco años, con floraciones más abundantes en cada temporada.
Aprende a cuidar tu ciclamen
- Ubicación: Esta planta necesita mucha luz pero debes tener muy en cuenta que sus principales enemigos son el sol y el calor. Es por ello que la ubicación perfecta, si la colocas en el interior de tu casa, es junto a una ventana de exposición norte.
- Temperatura: Es una planta perfecta para el invierno porque tolera muy bien las temperaturas frescas. El exceso de calor es mortal para ella, por lo que si pones la calefacción a mucha temperatura dentro del hogar, es mejor que la saques fuera. La temperatura mínima que soporta es entre 0 y 2 grados, aunque lo ideal sería un ambiente entre 13-15ºC. Por encima de los 16 la floración se marchita rápidamente y entra en periodo de descanso. Te recomendamos sacar tu planta al exterior al atardecer, al pie de una ventana abierta o en un balcón, donde esté al abrigo de posibles heladas o lluvias. Otra opción es dejarlo en exterior al resguardo y meterlo en casa en ocasiones especiales.
- Riego: El riego de esta planta debe ser moderado y por inmersión. Como te hemos dicho, se trata de una planta bulbosa y es importante que el tubérculo se conserve seco. Hay que mantener el sustrato siempre húmedo, pero eliminando los excendentes de agua. Otro dato a tener en cuenta es la temperatura del agua de riego. Es importante que esté entre templada y caliente porque si no, el shock del agua fría va a hacer que pierda también las flores.
Las enfermedades del ciclamen
Como has comprobado, los cuidados del ciclamen no son nada complicados. Pero sí que es cierto que puede ser atacada por diferentes plagas o enfermedades. Lo mejor es que te fijes mucho en el estado de sus hojas y sus flores, la propia planta te avisará de que algo no va bien.
Así, si aprecias que las hojas se caen después de tomar un color amarillento, es señal de que la planta se encuentra en un lugar caluroso. Trasládala a un lugar más fresco. Otro indicio de que la ubicación de tu ciclamen no es la correcta, es que las flores y las hojas se ponen mustias o lacias. En este caso es posible que la habitación donde se encuentra esté muy reseca, sobre todo si tienes puesta la calefacción en casa. En general, ten cuidado con los ambientes secos y calurosos.
Sobre las plagas, estás son algunas de las más habituales que puedes encontrar:
- Mosca blanca: aparecerán puntos blancos o grises en el envés de las hojas más tiernas. Debes tratarla y trasladar la planta a un lugar más fresco de la casa.
- Botritis: en este caso podrás observar un moho gris y manchas marrones en tu ciclamen. Actúa con rapidez, ya que puede acabar en poco tiempo con tu planta. Corta los tallos y las hojas afectadas y colócala en un lugar ventilado.
- Ácaros: en este caso las hojas de tu planta se atrofiarán y se endurecerán. Si los ácaros, que aparecen en el envés de las hojas, han atacado el resto de la planta ya no hay remedio posible.
Curiosidades del ciclamen
En el lenguaje de las flores el ciclamen simboliza el amor maternal y la sinceridad. Regalar un ciclamen significa amor y ternura sinceros. Es la flor nacional de Grecia y en Japón es la flor sagrada del amor. Sin embargo hay lugares que la asocian a la desconfianza. Curioso el mundo de las flores y sus simbolismos en las diferentes culturas, ¿verdad?
Por cierto que el ciclamen era una de las flores favoritas de Leonardo da Vinci, quien cubría con ellas los márgenes de sus manuscritos. Y el rey Luis XIV los utilizaba para adornar los salones de Versalles. No hay duda de que esta planta ha destacado siempre por su belleza.
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