Vacaciones y calor, un tándem que puede resultar muy dañino para nuestras plantas. Si quieres saber cómo cuidar las plantas en verano para que sobrevivan y luzcan sanas y bonitas después de la época estival, quédate con nosotros. Te contamos algunos básicos que debes cumplir, tanto con las plantas de exterior como las de interior.

Cómo cuidar las plantas en verano

Antes de nada hay que tener en cuenta que no todas las plantas se adaptan igual a las temperaturas veraniegas. Algunas, como los geranios, las petunias o las surfinias, sobreviven mejor al calor. No obstante no tienes que limitarnos a ellas si no quieres, bastará con prestar más atención a aquellas que toleran peor esta estación.

Lo más importante es el riego. Evidentemente, en verano se necesita un riego abundante. Hay muchas opciones: en las plantas de interior, por ejemplo, una de las mejores opciones podría ser el riego de inmersión; esto es, colocar la planta unos minutos en un recipiente con agua por encima del nivel del macetero, o dejar un plato con un poco de agua en la base de la maceta.

Si te preocupa cómo cuidar las plantas en verano, debes saber que en estos meses hay que regarlas siempre a primera hora de la mañana o al atardecer. De este modo evitarás esas horas del día de máximas temperaturas que hacen que el agua se evapore más rápido. No obstante, y como siempre, hay que ser consciente de que un exceso de agua también es perjudicial para tus plantas. Así, la mejor manera para que sobrevivan al verano es regar más profundamente de vez en cuando y evitando regalarlas con frecuencia de manera superficial.

Pero no sólo debes tener en cuenta el riego. Para cuidar las plantas en verano es importante también otros cuidados como pulverizarlas para que luzcan bonitas, limpiar sus hojas o cortar aquellas que estén secas y en mal estado para favorecer el crecimiento de la planta. También debes añadir a tus maceteros abonos y productos específicos contra las plagas y parásitos que puedan dañarlas.

Por último, pero igual de importante, no expongas tus plantas directamente al sol durante mucho tiempo, para evitar que se quemen. Tenemos que situarlas en una zona fresca donde puedan gozar de momentos de sombra, especialmente aquellas plantas que más perjudicadas pueden resultar por una exposición continua y directa al sol. En el caso de las plantas de interior, sácalas al balcón, pero sin que queden expuestas de manera directa a las radiaciones solares.

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