Se va acabando el año, se acortan los días y bajan las temperaturas. En esta época del año nos toca preocuparnos por las heladas y las nevadas, habituales en Vitoria Gasteiz, y las consecuencias que puedan tener en nuestras plantas. Te traemos algunos consejos para proteger tus plantas frente a las heladas y te recordamos que la nieve en tu jardín no tiene por qué ser mala.
Cómo proteger las plantas de heladas
Antes de que lleguen las heladas y las nevadas, protege tus plantas. Mete en casa aquellas que puedan aclimatarse, aunque evitando que sufran un shock térmico a causa de la calefacción. Puedes ubicar tus plantas de maceta en el porche o en el balcón, contra una pared, resguardándolas de las corrientes de aire.
Las plantas que se queden en el jardín debes taparlas con alguna malla, tela o papel, nunca con plástico. En el caso de árboles o arbustos, por ejemplo, puedes optar por alguna capa de estiércol, que además de aportarles abono les va a dar calor.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta los días que se esperen heladas o nevadas es el riego. Debes moderar los riegos en invierno y, cuando te toque, hacerlo siempre al mediodía porque es cuando la temperatura está más alta. De este modo le damos tiempo a la planta a secarse antes de que llegue la helada nocturna.
Ha nevado, ¿y ahora qué?
Tranquilidad, lo primero de todo es tener en cuenta es que la nieve no tiene por qué ser mala para nuestras plantas. La nieve limpia la tierra, es oxigenante y un gran aislante para proteger los cultivos de futuras heladas severas. Además, también se aprovecha para almacenar agua, ya que al fundirse, la nieve va suministrando a la tierra una humedad extra: el agua del deshielo se infiltra lentamente en la tierra, lo que puede ser de gran ayuda para algunas plantas en los meses venideros.
Por eso, si la capa de nieve que cubre tus plantas no es muy gruesa, no la elimines. Si, en cambio, es de mucho grosor, retírala, ya que puede romper o partir las ramas de tu planta. También debes quitar la nieve si se trata de plantas especialmente sensibles a las bajas temperaturas.
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