Las plantas colgantes nos ayudan a construir un espacio más vivo, tanto en interior como en exterior. Son una opción natural que aporta frescura, elegancia y alegría. Además, nos ayudan a aprovechar al máximo el espacio ya que podemos aprovechar la pared, el alféizar de una ventana o la barandilla del balcón, además de poder colgar a diferentes niveles.
Es fácil identificar las plantas colgantes por su porte. Al estar en macetas, tienen sus tallos y flores hacia abajo, en vez de erguidos: la planta no puede sostenerse por sí misma y se convierte en una variedad ideal para ser colgada.
Este tipo de plantas no requiere un cuidado especial más allá de identificar qué sol tienes antes de elegir una para tu balcón. Las surfinias y los geranios hiedra , por ejemplo, se hacen muy bien al sol, pero si tienes una exposición más sombría deberás apostar por un aliso o una campanula entre otras opciones.
Plantas colgantes con flor
Alegría de la casa / sol
La alegría de la casa es una de las opciones más populares de la primavera, gracias a su capacidad de floración, rápido crecimiento y resistencia. Es una planta tropical por lo que, teniendo eso en mente, sus cuidados son sencillos: necesita estar ubicada en un lugar luminoso, donde pueda recibir mucho sol (aunque también puede crecer en semisombra), sufre con el frío y le gusta tener siempre la tierra húmeda. Tu alegría de la casa agradecerá, además, un aporte de abono líquido que le ayude durante la floración. En cuanto a los riesgos que pueden asolar a esta planta debes tener mucho cuidado con los hongos y con la araña roja.
Aliso / semisombra
El aliso marítimo, también llamado lobularia martíma, es una planta vivaz de origen mediterráneo. Durante la floración, sus bonitas y delicadas flores llegan a ocultar las hojas. No por su tamaño, ya que son pequeñas flores blancas que se presentan en racimos terminales, si no por su prolífica aparición. Estas flores, que desprenden un agradable olor a miel, aparecen en primavera y pueden acompañarte mucho tiempo. Es una planta resistente y fácil de cuidar: no precisa mucho riego, excepto si hace mucho calor. Ten cuidado con oídio.
Capuchina / sol – semisombra
La Tropaeolum Majus, más conocida como capuchina, es una opción llena de color para tu balcón. Sus flores fragantes de color amarillo o naranja aparecerán en junio y te acompañarán hasta septiembre. Algunas variedades son capaces de trepar y otras son de porte colgante que caen en forma de cascada. Se trata de una planta anual que, con mucha exposición solar, crece a velocidades vertiginosas. Pero también tolera y crece bien en zonas con sombra. Es una planta de calor, que se encuentra cómoda con temperaturas medias-altas. Abónala durante la floración y riégala de manera regular para que el sustrato no se seque por completo. Ten en cuenta que el pulgón verde y las orugas pueden crear un gran problema para la Capuchina.
Campanula / semisombra
Una de las flores más alegres de la primavera que, además, es muy fácil de cuidar. Necesita mucha luz pero prefiere una exposición de semisombra para poder crecer correctamente. Si tienes un lugar en tu balcón o jardín donde lleguen los rayos del sol por la mañana y el resto del día hay sombra, es el lugar idóneo para esta planta que te dará flor desde la primavera hasta el otoño. Lo más importante es conocer sus necesidades de agua: el sustrato tiene que estar siempre ligeramente húmedo. Pero, del mismo modo que no tolera la sequía, tampoco tolera el encharcamiento. Durante el verano, deberás regarla a diario pero controlando las cantidades. Ayuda a tu planta con un abono para plantas verdes en los meses de floración. No es una planta muy atractiva para las plagas (¡bien!) pero si no controlas bien el riego pueden aparecer los hongos.
Geranio / sol
Dos de las especies más habituales del geranio, el geranio hiedra y el geranio gitanilla, son de porte colgante. El cuidado es sencillo: necesita mucha agua (dos veces por semana en primavera y tres en verano) y mucho sol. Asegúrate de que la planta va a poder disfrutar, como mínimo, de seis horas de sol directo al día. Durante la floración debes añadir abono líquido una vez por semana para estimular la floración. Eso sí: revisa el estado de tus plantas con frecuencia para evitar plagas y enfermedades que puedan dañarla.
Leer: Geranios, un clásico de los balcones
Surfinia / sol
Alegría y color. Así definiríamos a la surfinia, una de las plantas más populares de la primavera. Seguro que sus flores en forma de campana cuelgan en cestos y macetas en muchos balcones de tu ciudad. Y es que puedes encontrar estas flores en una amplia gama de colores, perfecto para combinarlas con tus plantas, sean las que sean. Es una planta de crecimiento rápido, por lo que necesitan un espacio grande para crecer. El riego debe ser constante: en primavera cada dos días y en verano a diario. Y, sobre todo, dale sol, mucho sol. Cuanto mayor sea su exposición a la luz, mejor crecerá y más florecerá. Ten cuidado con el pulgón y la araña roja.
Verbena / semisombra
Esta bonita planta es perenne en climas muy cálidos y anual en los más fríos. Sus hojas son de pequeño tamaño en color verde intenso pero lo que le hace destacar es su profusa floración en tonos que van desde el blanco al rojo, pasando por la gama de malvas, que comienza en primavera y se prolonga hasta inicios de otoño. Esta planta necesita mucha luz solar pero no la incidencia directa del sol a las horas de más calor. En climas cálidos es mejor plantarla en una zona de semisombra. En cuanto al riego, la verbena tolera periodos cortos de sequía. Lo mejor es que controles el estado del sustrato y asegurarte de que está seco antes de volver a regar. Su mayor enemigo es el pulgón, que suele atacar a las plantaciones de verbena en exterior. Ten cuidado también con los hongos, de ahí la importancia de controlar el riego de esta planta.
Dipladenia / sol
Esta planta con flores en forma de trompeta y con unas hojas de un color verde espectacular lucirá preciosa en tu balcón. Sus flores pueden ser blancas, rosas, rojas, amarillas… ¡y son perfumadas! Es una planta ideal para pequeños espacios, dado su pequeño tamaño (no superan los seis metros de altura). Colócala a pleno sol para que saque todo su potencial y puedas disfrutar de su abundante floración. A esta planta le gusta tener siempre el sustrato húmedo: riégala unas dos veces por semana, evitando encharcar la planta. En cuanto a los peligros, la dipladenia es sensible a la araña roja y a la cochinilla.
Deja tu comentario